lunes, 17 de noviembre de 2014

LOS DOCE APOSTOLES DE AUSTRALIA:Estos pilares de piedra caliza emergen del Océano Antártico en el Parque Nacional de Port Campbell como centinelas nobles, de facciones bien marcadas del mundo antiguo. En su día, hace 20 millones de años, estaban unidos a los acantilados de la zona continental. Las olas y el viento los erosionaron y los convirtieron en cavernas, después en arcos y finalmente, los azotaron hasta transformarlos en columnas que se elevan hasta los 45 metros de altura.
Los elementos implacables continúan erosionando los riscos a un promedio de aproximadamente dos centímetros por año. En la actualidad solo quedan ocho riscos y algunos han dejado de luchar contra la naturaleza hace pocos años. El London Arch formó parte de un puente de doble arco hasta 1990 cuando el arco más cercano a la costa se desmoronó y dejó atónitos y en apuros a dos turistas. Otro Apóstol de 50 metros de altura se cayó en el año 2005.
Ver esta costa azotada por vientos huracanados y amplios mares produce una estimulante sensación de estar en los confines de la tierra. Sienta el rocío de mar en su rostro, escuche el rugir de los respiraderos cuando tiran chorros de agua y observe la espuma del océano que se forma alrededor de los riscos.
TSUNAMI:El 27 de marzo de 1964 fue Viernes Santo, pero el día de culto cristiano se vio interrumpida por un terremoto de 9,2 grados de magnitud (el más violento jamás registrado en la historia norteamericana). El tsunami resultante devastó la costa occidental de América del Norte, causando la muerte de 121 personas en lugares tan distantes como Alaska y California.
Las olas se registraron en alturas de hasta 30 metros y un tsunami de 8 metros arrasó el pequeño pueblo de Chenega, en Alaska, matando a 23 personas. El sismo también causó cambios permanentes en la geografía de la región, con áreas del terreno de Alaska cayendo hasta 2,4 metros.