La pesca es la actividad económica destinada a obtener productos del mar. Estos pueden ser alimentos frescos destinados al consumo humano o materias primas para la industria, como pescado para congeladoras y conserveras, para obtener aceites y grasas o para hacer harinas. También se obtienen productos para elaborar fertilizantes.
España es un país eminentemente marítimo, asentado en una península y dos archipiélagos, cuya fachada norte y suroeste se abre al océano Atlántico y la costa este y sureste al mar Mediterráneo. Los productos pesqueros son un aporte fundamental de proteínas a la dieta alimenticia de la Península Ibérica. Existe una gran tradición pesquera en toda la costa, con zonas altamente dependientes en términos económicos y sociales de la actividad pesquera.
La flota pesquera española está constituida por unos trece mil buques de pesca, en los que trabajaban casi cuarenta mil tripulantes. Durante los últimos años, se ha mantenido la tendencia de reducción de la flota, especialmente de la flota de altura y gran altura.
Existen un total de 312 puertos pesqueros en el litoral español, destacando la importancia de los que se encuentran en Galicia (78 puertos), destacando Vigo, Marín, Cangas o A Coruña, en Canarias (56), con Las Palmas, Santa Cruz, Arrecife, y Andalucía (38), especialmente la atlántica, donde destacan los puertos de Cádiz e Isla Cristina.